Conducta
La conducta está relacionada a la modalidad que tiene una persona para comportarse en diversos ámbitos de su vida. Esto quiere decir que el término puede emplearse como sinónimo de comportamiento, ya que se refiere a las acciones que desarrolla un sujeto frente a los estímulos que recibe y a los vínculos que establece con su entorno.
Existen dos factores que influyen directamente en la conducta de las personas: el factor biológico, los factores ambientales y de socialización.
El comportamiento se puede entender como una macro-clasificación de conductas. Es decir, como el conjunto de todas las conductas que puedan darse. El comportamiento se puede englobar en pequeños grupos de conductas en función de sus características. Una persona tiene un comportamiento amable, cuando en sus conductas diarias utiliza palabras cariñosas, sonríe, presta atención, etc.
Por ejemplo, el comportamiento humano, es distinto que el comportamiento animal. O el comportamiento en niños, comportamiento en clase, comportamiento social. Todos ellos engloban conductas propias de esas circunstancias o de esos sujetos.
Hay emociones, que pueden llegar a alcanzar intensidades muy elevadas, siendo muy difícil de controlar. Más aún si a lo largo de los aprendizajes de vida y el desarrollo evolutivo de estas personas no se han adquirido las habilidades necesarias para afrontarlas con éxito.
Cuando pensamos en la interacción persona-entorno, normalmente se nos ocurre hacer la asociación persona en relación a otras personas o circunstancias, pero pocas veces nos detenemos a asociarlo con el medio y el ambiente y cómo éstos influyen directamente en nuestra conducta. Esto es; el ruido, la temperatura, la contaminación ¿influyen en nosotros?
Dentro de la Psicología social, surgió la necesidad de ver qué relaciones tienen las personas con su propio hábitat y su entorno construido. De esta manera nació la Psicología Ambiental para dar respuestas a las relaciones que mantenemos los seres humanos con los factores ambientales de los que nos rodeamos.
El ruido y las vibraciones son considerados contaminación ambiental cuando genera efectos sobre el ecosistema y el bienestar de los organismos vivos. Por sus características, la vibración y el ruido tiende a generar perturbaciones en el sistema neurovegetativo (funciones circulatorias, respiratorias, endocrinas) Se conoce que el ruido es causa de cefaleas, irritabilidad, cambios de humor y altera el rendimiento de concentración. Evidentemente no todo ruido tiene efectos perjudiciales para el organismo pero curiosamente algunos que pueden resultar agradables, pueden ser nocivos y otros que pueden ser molestos no resultan perjudiciales. Fisiológicamente perjudicial es la exposición continuada a un ruido grave que supera los 90 dBA pero el ruido intermitente resulta más molesto que el continuado por lo que puede desencadenar algunos de los efectos anteriormente descritos. Sí cabe destacar que la actitud e implicación de la persona (si percibe el ruido como molesto o agradable) es sumamente determinante.
La temperatura y las condiciones atmosféricas influyen sobre nosotros de manera personal y cultural pero se considera que una temperatura es agradable cuando para nosotros es habitual mientras realizamos una actividad determinada. Los estudios indican que las temperaturas elevadas alteran el bienestar, las relaciones sociales y el rendimiento. También se dan cambios fisiológicos que pueden producir irritabilidad, cansancio, confusión. La lluvia, el sol, el frío incidirán directamente también sobre nuestra conducta, así como temperaturas bajas repercutirán en nuestro estado de ánimo y relaciones sociales.
Las radiaciones e ionización del aire, así como las radiaciones de alta frecuencia alteran nuestra naturaleza de diferentes formas. Por una parte y lo que comúnmente se conoce como radioactividad, (los rayos gamma, los rayos X, la energía nuclear) nos provoca no sólo efectos nocivos (cancerígenos) sino que también altera nuestro estado de ánimo. Sin embargo, estas radiaciones de alta frecuencia se encuentran positivamente también en nuestra naturaleza, para regular procesos biológicos. Un ejemplo serían las tormentas (carga de iones negativos) que tienen un efecto positivo sobre la salud, el bienestar y la relación entre las personas. De la misma manera, la falta de iones negativos en el aire, puede generar malestar, abatimiento y diferentes síntomas que afecten al organismo físico y psicológico. Algo importante a destacar, es que la ionización del aire no se produce sólo por radiaciones de alta frecuencia, sino que también por baja frecuencia (microondas). Los electrodomésticos por ejemplo (aspiradoras, TV, radio) son emisores de radiaciones y según los expertos, éstos aparatos tienen diferentes efectos psicológicos sobre nosotros.
En general todo lo que hacemos y nos rodea afecta al medio y el medio nos afecta a nosotros, si no cambiamos nuestra conducta y comportamiento, ¿estamos en condiciones de cambiar de planeta?