El árbol de la VIDA
#DíaMundialDeLaPrevencióndelSuicidio
La soledad, la incomprensión, el estrés, la falta de rumbo, la incertidumbre, la ofuscación que provoca determinada situación, son algunas de las causas que orillan cada año a cometer suicidio a decenas de personas en Saltillo, llevando a esta ciudad capital a colocarse como la numero 5 en el pais.
Ha sido preocupación y tema principal de diversas instituciones escolares, gubernamentales y religiosas el tratar de aportar soluciones a este problema que sin duda tiene varias aristas por las cuales es difícil encontrar una que pueda determinantemente frenar y revertir la alarmante cifra en crecimiento.
Tal vez la solución está más cerca de lo que pensamos y pueda parecer tan sencilla que otros prefieran divagar en temas más amplios donde es fácil perderse y sacar conjeturas, existiendo soluciones llanas.
¡Los árboles! Si, esos monumentos vivientes que han estado antes que nuestra especie en la tierra, que han sido símbolos en los escudos de las ciudades, que nos brindaron la primer morada y que están almacenados en nuestra memoria ancestral como figurarás aliadas, son ahora, la valiosa herramienta para detener este fenómeno social.
Para reforzar lo antes dicho daré algunos ejemplos y datos.
En los años 80s Japón se convertía en un país donde la competencia empujaba a los trabajadores a pasar arduas horas en oficinas, teniendo como consecuencia la patológica “fatiga laboral”. Esto trajo consigo el aumento notorio en el número de suicidios. La agencia forestal de dicho país instauró pistas arboladas en la ciudad para recetar terapias llamadas “baños de bosque” con resultados positivos en la salud.
Se probó exitosamente que los latidos del corazón disminuyen y por ende la presión sanguínea baja drásticamente al exponerse una persona a los árboles, su estado de relajación es total y se aumentan las células NK (importantes componentes del sistema inmune). La OMS dice que una persona se puede sentir 7 años más joven al estar en un bosque.
Su tronco y hojas son un antidepresivo, nos dan la sensación de volver a la naturaleza, nos hacen olvidar el presente de encierro para regresarnos a nuestro pasado libre.
Un gran problema con una simple solución. Es evidente que esta generación de jóvenes y niños carecen de espacios abiertos para jugar y cuando salen a recrearse se ven rodeados de planchas de concreto sin árboles que puedan confortar la vista y el espíritu.
Menciona Barack Obama que lo que más extrañó al dejar Illinois para convertirse en presidente de los EUA eran los paseos por el bosque cercano a casa, donde al volver por las tardes abrumado por las luchas políticas del senado, salía a caminar y conforme se adentraba, los problemas se hacían pequeños y la tranquilidad proveniente de respirar bocanadas de aire fresco, le daba claridad a sus pensamientos.
¿Cuantas de esas 74 personas que se quitaron la vida (o las muchas más que no lograron consumar) en lo que va del año en Saltillo, si hubieran tenido la oportunidad de caminar y meditar en algún área verde o alguna calle con árboles cerca de su residencia, hubieran frenado la decisión de acabar con su vida? .
Si hacemos más bosques urbanos en nuestras colonias, y más aún, si nos esforzamos para que adopten desde niños un árbol en su hogar o escuela, les daremos a nuestros jóvenes un valioso contenido a su vida.
¡Dicen que si tocas un instrumento musical jamás empuñaras un arma. Estoy convencido de que el niño que siembra y cuida de un árbol jamás cometerá suicido!